Servía como receptor de cable submarino capaz de registrar variaciones pequeñísimas de intensidad. Fue utilizado más como equipo de laboratorio, para medir las intensidades que llegaban -muy atenuadas- de los cables submarinos.
A causa de la gran capacidad que presentan los cables submarinos se precisan aparatos especiales para registrar las débiles corrientes que se reciben.
Se compone esencialmente de un tubo capilar extremadamente ligero, por el que se desliza la tinta sobre una cinta de papel y traza una línea continua. Una bobina que se mueve libremente entre los polos de un electroimán -que origina un campo magnético intenso por el que pasan las corrientes de línea-, oscila en uno u otro sentido, transmite su movimiento al sifón.
Cuando la bobina que actúa sobre él, recibe los impulsos eléctricos de la línea va formando sinuosidades que permiten reconstruir los signos de transmisión. Los vértices de estas sinuosidades que se forman por encima de la línea media corresponden a los puntos del alfabeto morse y los que se hallan por debajo a las rayas. Si no circula por el cable ninguna corriente la línea media es una línea recta
La base es de madera con un cajón, donde estaba la cinta de papel. Sobre esta base se coloca el aparato cuyos elementos son de metal. Consta de tres piezas exentas: dos de ellas están fabricadas en latón y se hallan fijadas a la base por un zócalo metálico; la otra pieza, de forma prismática, es de madera y latón pavonado, muestra dos reostatos en el lateral derecho y una rueda donde se enrollaría la cinta de papel en la cara posterior.
Este tipo de aparato telegráfico trabajaba en la frecuencia de 150 M c/s con una potencia de 25 w