Exposición
Un recorrido por el universo literario verniano para conocer la correspondencia con la realidad de las hazañas y aventuras de sus obras.
La curiosidad y el ansia de conocimiento y aprendizaje por su entorno, marcaron la vida y la extensa obra de Julio Verne. En sus novelas creó un imaginario de gran verosimilitud gracias a su interés por la ciencia y a su avidez por documentar todo lo que narraba en ellas. Así, sus obras recogieron el espíritu de su tiempo, cartografiaron el mundo conocido y abrieron las puertas a espacios hasta entonces apenas intuidos.
La figura del autor es la protagonista de la exposición ‘Julio Verne. Los límites de la imaginación’, que podrá visitarse desde el 7 de noviembre hasta el 26 de abril de 2020 en el Museo de la Ciencia y el Agua de Murcia .
Una exposición de Fundación Telefónica comisariada por María Santoyo y Miguel A. Delgado, que pretende diseccionar el universo literario verniano y traslada a la realidad las hazañas y aventuras de sus obras a través de veintisiete personajes históricos, que se atrevieron a llevarlas a cabo y fueron pioneros en sus disciplinas a mediados del siglo XIX y comienzos del XX.
A la inauguración han asistido el alcalde del Ayuntamiento de Murcia, José Ballesta; el director de Telefónica en la Región de Murcia, Ángel Lloret; la directora del Museo de la Ciencia y el Agua, Maribel Parra; el director de Relaciones Institucionales de Fundación Telefónica, Joan Cruz; la responsable de Colecciones e Itinerancias de Fundación Telefónica, Laura Fernández, y uno de los comisarios de la muestra, Miguel A. Delgado.
La exposición
A partir de una treintena de las obras más representativas de Verne y de los distintos ámbitos en que transcurren sus novelas (la tierra, el aire, el hielo, el agua y el espacio), el visitante recorrerá de la mano de contemporáneos españoles y extranjeros su imaginario. Personajes como el archiduque Luis Salvador de Austria, que se instaló en las Baleares y se convirtió en el guía literario de Verne por Palma de Mallorca en la novela ‘Clovis Dardentor’; los primeros exploradores españoles en África, Manuel Iradier y Julio Cervera Baviera, o las hazañas de la periodista Nellie Bly, primera mujer en dar la vuelta al mundo en 72 días, son algunas personalidades que acometieron lo que el autor francés aventuró.
Puede contemplarse también joyas procedentes de colecciones particulares como las de Francisco Javier Román Huerta, Diego Quevedo Carmona, la Colección Clark & Joan Worswick y la fundación neozelandesa Anctartic Heritage Trust, que aporta unas fotografías tomadas hace cien años en el continente austral.
Como novedad, esta itinerancia presenta valiosos objetos del Museo Naval de Cartagena y la representación de dos piezas teatrales –‘El maravilloso mundo de Julio Verne’ y ‘Le tour du monde en 80 jours’–. Además, se realizarán de forma paralela una serie de talleres y actividades educativas en torno a Julio Verne, se han programado dos obras dramáticas y un ciclo de conferencias titulado ‘El universo verniano y los precedentes de la divulgación científica’.
En su recorrido se distinguen dos grandes áreas: ‘El gabinete de Verne’ y ‘Los territorios vernianos’. La primera parte, actúa como distribuidor de los contenidos de la exposición, ordenando conceptual y físicamente sus contenidos. En esta sección destacan joyas bibliográficas como la primera edición mundial de ‘Veinte mil leguas de viaje submarino’ (1869) que, por circunstancias históricas, fue española. El visitante descubrirá también una serie de ilustraciones de personajes de Verne, desde Phileas Fogg hasta el capitán Hatteras, así como inventos e ingenios presentes en sus novelas. Por último, una instalación audiovisual nos descubre el bestiario que aparece a lo largo de su vasta creación literaria.
La segunda parte, son seis grupos temáticos que articulan la exposición: ‘La tierra conocida y desconocida’, ‘Trotamundos’, ‘Mobilis in mobili’, ‘Desierto de hielo’, ‘Flotar o volar’, ‘Alrededor de la Luna’.
‘La tierra conocida y desconocida’
Los viajes extraordinarios de Verne buscaban descubrir toda la Tierra a sus lectores. Verne estaba al tanto de las grandes expediciones de su época, un período en el que el imperialismo conducía a lugares tan lejanos e inexplorados como el interior de África. En este apartado, el visitante se topa con la biblioteca de Verne, una selección de libros que el autor manejaba y consultaba para cartografiar sus novelas.
‘Trotamundos’
Julio Verne nació en Nantes en 1828 y, 44 años más tarde, escribió ‘Vuelta al mundo en ochenta días’ (1872). En sólo cuatro décadas, se produjo un desarrollo vertiginoso de los medios de transporte, que cambió la concepción del mundo y del tiempo. El desafío imposible de Phileas Fogg de dar la vuelta al mundo se hace posible a mitad del siglo XIX y Verne vuelca en esta novela toda la información disponible sobre el estado mundial de las comunicaciones. Más de 30 fotografías de época tomadas en países exóticos de Oriente Medio y pertenecientes a la Colección del matrimonio Worswick, conocidos por haber recopilado el legado del fotógrafo norteamericano Walker Evans, recrean todos los lugares recorridos en tiempos de Phileas Fogg. A ello se añade la figura de Nellie Bly, la periodista estadounidense que entre 1889 y 1890 logró dar la vuelta al mundo en 72 días, batió el récord de Phileas Fogg y fue la primera mujer en lograrlo. En su viaje, hizo parada en Amiens y visitó al mismo Verne.
‘Mobilis in Mobili’
La pasión por el mar es sin duda uno de los temas recurrentes en el universo literario de Verne. Aunque varias novelas giran en torno a esta temática, como ‘Los hijos del capitán Grant’, es sin lugar a dudas ‘Veinte mil leguas de viaje submarino’ la mejor creación de Verne. En esta obra idea una máquina capaz de fascinar a quien finalmente inventó el primer submarino eléctrico, el marino español Isaac Peral. Carteles de los primeros paquebotes comerciales del siglo XIX, imágenes del Great Eastern, el transatlántico más grande del momento en el que Verne viajó en 1867, o memorabilia de Isaac Peral nos permiten conocer los transportes marítimos de la época.
‘Desiertos de hielo’
En la época de Verne, los polos representaban el límite entre lo conocido y lo desconocido y fascinaban a muchos lectores. Una curiosidad hacia lo ignoto que en la muestra se ejemplifica a través de personajes que acometieron expediciones hasta estas tierras heladas e inhóspitas, que Verne anticipó e imaginó en ‘La esfinge de los hielos’ (1897) o ‘Las Aventuras del Capitán Hatteras’ (1886). En esta sección se muestran imágenes de expediciones polares, que acabaron en fracaso, como la del sueco S.A. Andrée o la del irlandés Sir Ernest Shackleton, un capitán Hatteras de carne y hueso, que quiso ser el primero en cruzar la Antártida de punta a punta.
‘Flotar o volar’
Esta sección está dedicada a la disyuntiva que se generó en los inicios de la aeronáutica, entre los defensores de los vuelos más ligeros que el aire, representados por los globos y los que apostaban por los más pesados, es decir, los primeros aviones. Es un recorrido por la conquista del aire, a través de personajes como el brasileño Santos Dumont, a quienes muchos consideran el primero en hacer volar un avión en 1906, o el fotógrafo francés Nadar, autor de las primeras fotografías aéreas de la historia y apasionado de la aerostática, que Verne retrató en el díptico ‘De la Tierra a la Luna’ y ‘Alrededor de la Luna’.
“Alrededor de la Luna”
La fascinación por viajar a la Luna, presente en la literatura universal desde el siglo IV a.C., fue un motivo recurrente en la cultura popular del siglo XIX y no podía serlo menos en la obra verniana, representada con las novelas ‘De la Tierra a la Luna’ (1865) y ‘Alrededor de la Luna’ (1870), que calaron profundamente en el imaginario colectivo y hoy en día revelan asombrosas coincidencias con la llegada real del hombre a este satélite en 1969. La fiebre lunar queda además recogida a través de una serie de carteles relacionados con la Luna, que representan desde espectáculos de la época a imágenes de películas de George Méliès o las óperas inspiradas en Verne que Jacques Offenbach. También se muestra la pieza creativa documental ‘Vivir en una bala’, que recrea ‘De la Tierra a la Luna’. Un viaje que Verne imaginó en un proyectil lunar disparado por un cañón.
Desde su inauguración en Espacio Fundación Telefónica en Madrid en 2015, ha itinerado por el Centro Niemeyer (Avilés); el MARCO de Vigo; los Espacios de Fundación Telefónica de Buenos Aires, Quito y Santiago de Chile, y la Mega Sala Digital Movistar de Caracas.