Descripción
La constitución de un ecosistema digital europeo, que pueda competir a nivel global, constituye uno de los mayores retos para afianzar el modelo de Sociedad de Bienestar que ha permitido a Europa erigirse como una de las regiones líderes en proporcionar a sus ciudadanos una alta calidad de vida y de protección de sus derechos sociales y políticos.
La digitalización está produciendo un cambio muy rápido de la estructura de los mercados y del contexto geopolítico de la economía global, haciendo necesario que la Unión Europea actúe de manera urgente y decidida para reforzar la competitividad de la economía y alcanzar la soberanía digital.
La regulación del Sector Digital debe adaptarse a la nueva situación, de forma que todos los agentes puedan competir en un entorno equilibrado. La normativa sobre defensa de la competencia debe modernizarse para hacer frente a las nuevas problemáticas.
La situación creada por la COVID-19 ha puesto en evidencia el papel clave de las tecnologías digitales durante la crisis y serán, junto con las tecnologías verdes, los actores principales de la recuperación económica. Europa se juega su futuro en ello.