Hay por lo menos seis aspectos en los que el e-book gana al libro tradicional.
Es cierto. La cosa no está tan reñida como hace unos años (el libro tradicional ya no parece estar en peligro de extinción), pero el libro digital y el de papel siguen actuando como antagonistas. Tanto en el mercado, como en las preferencias de los lectores. Sin embargo, hay por lo menos seis aspectos en los que el e-book gana al libro tradicional. ¿Quieres saber cuáles son?
Puedes llevarte todas tus lecturas de vacaciones. El espacio de almacenamiento es una de las ventajas más obvias del libro digital. Dependiendo de la capacidad y de la tarjeta de memoria, cada dispositivo digital puede llegar a contener miles de títulos. Ya no tendrás que “adivinar” qué te apetecerá leer cuando estés de vacaciones. ¡Ni cargar con el peso de cinco o seis libros en la maleta!
Y todas significa todas. En un dispositivo caben tanto libros, como revistas, artículos, documentos académicos, archivos profesionales, informes, mapas, guiones o catálogos de exposiciones. Puedes tener a tu disposición una biblioteca entera y variada en cualquier lugar y en cualquier momento. Un ejemplo de ello es la colección de publicaciones de Fundación Telefónica disponible en formato digital. Con un solo clic tendrás a tu alcance lo último sobre tecnología y empleo digital a través de publicaciones como ‘Profesiones Digitales’; sociedad y voluntariado con la colección ‘Buena Señal’; arte y cultura digital con los números de la Revista Telos.
Puedes personalizar la lectura. Los e-book readers permiten ajustar color y brillo de la pantalla, establecer el tamaño y el estilo de la fuente, buscar el significado de una palabra, subrayarla, traducirla, retomar la lectura exactamente donde la dejamos o saber cuánto nos falta para terminarla. Además, a través de algunas aplicaciones, puedes editar tus propios libros, compartir notas y lecturas con otros usuarios y dejarte guiar por sus recomendaciones.
Ahorras papel. Aunque las ventajas medioambientales del e-book respecto al libro tradicional son objeto de debate, es un hecho que los dispositivos electrónicos de lectura permiten ahorrar papel. Y esto es una ventaja para el planeta, lo mires por donde lo mires.
Ahorras tiempo y dinero. Pongamos que los millones de ejemplares que las librerías españolas albergan no son suficientes para ti. Que quieras leer justo un libro que está descatalogado, que nunca ha sido publicado en este país o que quieras leerlo en su idioma original. El libro digital te permite alcanzar cualquiera de estos objetivos sin esperas y de la manera más sencilla. Además, ¡es más barato que un libro de papel!
Vale, no puedes olerlo, pero puedes escucharlo. Los que se decantan por la lectura tradicional, suelen hacerlo también por sus implicaciones emocionales. Tocar un libro, olerlo, forman parte de una experiencia que va más allá del simple texto. Sin embargo, en el caso de los enhanced e-books o libros multimedia, ya es posible acompañar la lectura con audios, vídeos y contenidos interactivos. Algo que sí enriquece la lectura digital en un sentido más sensorial. Y hay quien afirma que justo la voz, a través del nuevo auge de un formato clásico como el audiolibro, podría ser el “caballo de Troya” del libro digital en su enfrentamiento con el libro de papel. La batalla sigue abierta.
