Los problemas de salud pública siempre han sido un motor de cambio para las ciudades y la crisis de la covid-19 no es una excepción. La nueva situación nos anima a repensar el entorno urbano, en algunos casos, actualizando el concepto de smart city. La automatización, la inteligencia colectiva, la micromovilidad… son algunas de las tendencias que marcarán el porvenir de las urbes, según algunos de los expertos que han participado en nuestros ciclos y conferencias.
En la segunda mitad del siglo XX, la población mundial se fue trasladando progresivamente hacia los núcleos urbanos. Actualmente alrededor del 55% de la población mundial vive en ciudades y se estima que en 2030 este porcentaje alcanzará el 60%. En España, el 72% de los habitantes se concentran en tan solo el uno por ciento de la superficie. Madrid y Barcelona acogen a la cuarta parte de la población nacional. Hablamos de este fenómeno en Telos 113, el último número de la revista dedicado a la sostenibilidad.
Las ciudades monopolizan no solo el poder económico y político, sino a las personas y su poder de imaginar el mañana. Por eso, poner el foco en las ciudades es crucial para repensar el mundo poscovid-19. ¿Qué significa ahora ‘ciudad inteligente’? ¿Cómo ha afectado la crisis sanitaria global a las metrópolis? ¿Cómo rediseñar el espacio público para hacer frente a una nueva pandemia? Te lo contamos, en diez puntos.
“Si todo sale bien, habremos aprendido algo. El riesgo es que no aprendamos nada. Y que sigamos atacando a la madre naturaleza”.
Saskia Sassen Socióloga y protagonista de ‘Repensando el mañana’
1. Tech city, smart city
A principios de los 90, la tecnología digital marcó el comienzo de una nueva propuesta de ciudad: la smart city o ciudad inteligente. Ahora, treinta años después, la tecnología ha penetrado en el día a día de las ciudades permitiendo gestionar de forma más eficiente servicios y recursos y mejorando la calidad de vida de los habitantes. ¿Algún ejemplo? Unos semáforos capaces de medir la densidad de tráfico permiten optimizar el transporte público, agilizar la movilidad y reducir las emisiones. O unos contenedores de basura inteligentes que, cuando están llenos, lanzan una señal al camión de recogida. De esta forma, se garantiza una mayor eficiencia en la ruta de los vehículos recolectores y se facilita el reciclaje. Suena a ciencia ficción, pero es una realidad: San Sebastián ya presume de un centenar de estos depósitos.
2. Las personas, en el centro
“Se requiere el esfuerzo consciente de utilizar las TIC para transformar las ciudades en las que vivimos. La etiqueta ‘inteligente’ implica la capacidad de las personas de aprender, desarrollar e implementar nuevas tecnologías para la ciudad”. Eso escribe José Ramón Sarmiento Guede en Telos 105, dedicado al fenómeno smart cities (puedes consultar todos los contenidos en este enlace). Los ciudadanos son los protagonistas de las ciudades inteligentes No solo como administradores de la tecnología, sino como sus destinatarios finales. Por muy digitales que sean, en las smart cities las personas están en el centro y la tecnología trabaja para ellas.
3. Aprendiendo de la crisis: hacia una ciudad más sostenible
«El desafío del cambio climático, junto con el aumento de las desigualdades, hace imprescindible construir un futuro más sostenible». Para la experta Carmen García Lores, la ciudad del futuro es una ciudad sostenible y 100% renovable. Por otro lado, para los sociólogos Saskia Sassen y Richard Sennet, protagonistas del primer encuentro de ‘Repensando el mañana‘, es importante aprender de la crisis para construir ciudades sostenibles no solo en términos medioambientales, sino también económicos, sociales y demográficos. En la misma línea, en ‘Encuentros Telos’ los cronistas Naief Yeyha y Sandro Pozzi ven en la pandemia una oportunidad única para repensar las grandes urbes del planeta. Frenar la masificación, potenciar medios de transporte más ecológicos, devolver espacio y espacios a las personas y que todo el mundo tenga acceso a una vivienda digna son, para estos dos expertos, algunas de las claves de la ciudad, más equilibrada y sostenible, de la era poscovid-19. Puedes ver el vídeo del encuentro.
4. Más sana y más resiliente
Según Miquel Lacasta Cordorniu, Doctor Arquitecto del área de proyectos de la Universitat Internacional de Catalunya, “es pertinente retomar el concepto de ciudad sana para ponerlo en primera línea”. No se trata solo de mejorar la calidad del aire o reciclar correctamente los residuos. Se trata de diseñar espacios realmente vivibles en el exterior, emplear materiales de origen natural, transformar los terrados de las viviendas en huertos y construir granjas verticales. Una ciudad sana es también una ciudad capaz de responder eficazmente a una situación de estrés parecida a la que acabamos de vivir. Una ciudad resiliente preparada para dar “cobijo, asistencia y alimento en mitad de una pandemia”.
5. Una ciudad para todos
La ciudad del futuro es una ciudad accesible para todos sus habitantes, sin ninguna excepción. La arquitectura se encarga de imaginar y construir entornos que favorezcan la integración de las personas con discapacidad y la tecnología puede ser una gran aliada en esto. Desde Fundación Telefónica nos unimos a esta misión lanzando Mapcesible, una plataforma colaborativa que permite mapear la accesibilidad de lugares y espacios públicos. De los restaurantes a los museos, pasando por las plazas de parking y los polideportivos. El objetivo de esta app es hacer más fácil el día a día de las personas con movilidad reducida y, de paso, dejar claro que la accesibilidad es cosa de todos. Crear la ciudad del futuro está en nuestras manos.
6. La conducción autónoma: una tendencias para el futuro
Según Anthony Townsend, experto en smart cities y protagonista de uno de los encuentros del ciclo ‘Repensando el mañana’, la crisis sanitaria ha adelantado de cinco o diez años una tendencia de la tecnología urbana o urban tech: la automatización. Las formas de conducción autónoma ajenas a los automóviles, afirma Townsend, se integrarán en las ciudades en un futuro no muy lejano. Disfruta del vídeo completo de la charla ‘El futuro de las smart cities’.
7. ¿Qué es la micromovilidad?
Recurrir lo menos posible al transporte público para evitar concentraciones de personas ha sido determinante para reducir los contagios. Algunas ciudades han reaccionado ante esta situación potenciando medios de transporte alternativos, como la bicicleta o el escúter. En el encuentro ‘Ecosistema urbano tras la crisis sanitaria’, también enmarcado en el ciclo ‘Repensando el mañana’, el arquitecto Carlo Ratti y la urbanista Martha Thorne profundizan en el concepto de micromovilidad. El nuevo transporte público podría ser, dicen, una moto, un coche compartido o un minibús. Si quieres saber más, puedes ver el evento completo.
8. Laboratorios de la inteligencia colectiva
Las ciudades llevan en su ADN la capacidad de crear conexiones. Procesos como Internet, el Internet de las cosas, las redes sociales, la inteligencia artificial o el big data no hacen más que amplificar este aspecto. Los centros urbanos favorecen la interconectividad y el desarrollo de un concepto muy de moda: la inteligencia colectiva. Después de muchos años de búsqueda de lo individual, va abriéndose camino un nuevo modelo, más colaborativo, para crear, emprender y vivir. Las urbes son los laboratorios de este cambio de paradigma. Sigue leyendo ‘Hacia una dirección inteligente colectiva‘ en Telos 113.
“La ciudad perfecta para los niños es probablemente la mejor ciudad”.
Jose María Echarte Ramos Arquitecto y protagonista de Espacio Madresfera 'Las ciudades y los niños'
9. A la medida de los niños
Durante el confinamiento, las ciudades sufrieron otro gran cambio: los colegios cerraron sus puertas, los parques también y los niños desaparecieron por completo del escenario. Los niños son, según muchos expertos, los grandes olvidados de esta crisis y quizás esto también puede ser de estímulo para introducir cambios en las ciudades. En Espacio Madresfera ya hablamos de esta necesidad antes de la pandemia con los arquitectos Jose María Echarte Ramos y Almudena de Benito. Repensar el espacio público y los espacios al aire libre desvinculándolos del consumo, crear rutas seguras para que los niños puedan ir solos al colegio o poner un lavamanos pequeño en un baño público son algunas de las medidas que acercarían la ciudad a los niños. Y no solo eso. También son medidas que cambiarían nuestra forma de vivir el entorno urbano. Según afirma Echarte Ramos, “la ciudad perfecta para los niños es probablemente la mejor ciudad”.
10. El papel de las instituciones
La ciudad conecta a las personas y las instituciones públicas deben preocuparse de cuidar, alentar y organizar esta energía. Jennifer Bradley, fundadora y directora del Center for Urban Innovation de The Aspen Institute, lo deja claro en ‘Más allá de la Smart City’, una charla del ciclo ‘Tech & Society’ que puedes ver en este enlace. “Tenemos que pensar en cómo los gobiernos de las ciudades pueden reconducir toda esta idea del ágora a una plataforma donde se pueden escuchar las voces interesantes de la ciudad”. Otra tarea de los gobiernos es aplanar las desigualdades entre los ciudadanos para asegurar que todos puedan participar a la vida pública en paridad de condiciones.